El despliegue de misiles estadounidenses Júpiter en Turquía e Italia a finales de la década de 1950 contribuyó a la decisión soviética de instalar proyectiles nucleares en Cuba. Un acuerdo secreto entre EE.UU. y la URSS, en el que Washington se comprometía a retirar los Júpiter, ayudó a desactivar la crisis.