Amenazan con poner bombas a los negocios. Envían por Whatsapp fotos de cuerpos decapitados para pedir “vacunas”. En los barrios cobran US$2 por semana a las familias pobres y marcan las viviendas con pintas que dicen: “Casa vigilada”. Así operan las bandas delincuenciales en Guayaquil.